Algunos de los beneficios de un estilo de vida saludable incluyen controlar el peso, mejorar el estado de ánimo, combatir enfermedades, aumentar la energía y extender la vida. Por lo general, un estilo de vida saludable implica ejercicios regulares, comer una dieta equilibrada y mantener un peso saludable. Esto ayuda a mejorar la calidad de vida independientemente de la capacidad física y la edad de una persona, según lo declarado por Healthline.
Participar en ejercicios regulares puede ayudar a frenar el aumento de peso o mantener la pérdida de peso. Cuantas más actividades realice uno, más calorías quemará. Las personas que no pueden hacer ejercicio a diario pueden hacer cosas simples, como caminar, nadar, andar en bicicleta y usar la escalera en lugar del ascensor o elevador.
Un estilo de vida saludable también ayuda a prevenir ciertas afecciones de salud, como enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes, osteoporosis, hipertensión, artritis, depresión, síndrome metabólico, entre otras. La combinación de actividad física y una dieta saludable ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Vivir bien ayuda a reducir las posibilidades de contraer depresión, alivia el estrés y aumenta la confianza, la autoestima y el estado de ánimo. La práctica de hábitos saludables también ayuda a aumentar las posibilidades de una vida más larga. Comer bien ayuda a aumentar la energía, ya que consumir alimentos ricos en grasas saturadas y azúcar tiende a reducir la energía, según lo declarado por Healthline.