Los organismos multicelulares disfrutan de varios beneficios distintos, incluido un tamaño más grande y una mayor complejidad que los organismos unicelulares. Los organismos multicelulares incluyen muchos tipos de plantas y animales, mientras que la clase de organismos unicelulares se forma principalmente de microorganismos, amebas bacterias.
Los organismos multicelulares, como su nombre lo indica, tienen muchos tipos de células, mientras que los organismos unicelulares contienen una sola célula cada uno. Ambos tipos de organismos se reproducen a través de la meiosis o mitosis. Los organismos multicelulares generalmente forman los niveles más altos en la red de la vida. Estos seres vivos, incluidas las plantas y los animales, tienen un diseño interno más complejo que las criaturas unicelulares. Se basan en células especializadas y departamentos celulares para realizar tareas específicas, como desglosar alimentos, enviar mensajes eléctricos y otras tareas necesarias para sustentar la vida. Esta distinción, llamada diferenciación celular, permite que los organismos multicelulares se involucren en tareas físicas y cognitivas más complejas que los organismos unicelulares.
Además de tener células especializadas, los organismos multicelulares tienen sistemas de órganos separados para realizar tareas específicas. Estos sistemas, como los sistemas cardiovascular, digestivo y respiratorio, realizan los procesos vitales necesarios para la supervivencia. Los sistemas digestivos, por ejemplo, suministran nutrientes y energía a los órganos del tracto digestivo, lo que les permite procesar y digerir los alimentos. Estos sistemas de órganos también facilitan las comunicaciones entre diferentes tipos de sistemas, como los sistemas circulatorio y nervioso.