Las tres partes de una sinapsis son el final presináptico, la hendidura sináptica y el final postsináptico. Un impulso que viaja de una célula nerviosa a otra debe pasar por las tres partes para cruzar con éxito la sinapsis y para viajar a la siguiente neurona en la secuencia.
Los impulsos nerviosos viajan desde el cuerpo de la célula nerviosa hasta su extremo a través de la terminal del axón, que es una recta larga. En el otro extremo de este terminal se encuentra el final presináptico. Esta estructura contiene focos de neurotransmisores químicos que se liberan en respuesta a la llegada del impulso del nervio.
Una vez liberados, los neurotransmisores cruzan la hendidura sináptica, que es solo una pequeña brecha entre las células nerviosas. Los neurotransmisores no utilizados son retomados por la terminación presináptica después de que se completa la transmisión. Las proteínas neurotransmisoras que alcanzan su objetivo son captadas por la tercera parte de la sinapsis, el final postsináptico.
La terminación postsináptica tiene estructuras receptoras especializadas en su superficie. Estos receptores aceptan neurotransmisores de la forma en que un bloqueo acepta una clave. La llegada de una proteína de transmisión desencadena un impulso en el final postsináptico que viaja por un corto terminal al cuerpo principal de la célula.