¿Cuáles son las reglas para escribir nombres científicos de organismos?

Al escribir los nombres científicos para los organismos, que están escritos en latín, el nombre del organismo debe contener dos partes. La primera parte, nombre del género, está escrita en cursiva y en mayúscula. La segunda parte, el epíteto o una descripción específica de la especie, está en cursiva, pero no en mayúscula.

El sistema de nomenclatura científica para plantas y animales comenzó a desarrollarse en el siglo XVIII. La idea, y los primeros miles de nombres científicos, pertenecen al científico sueco Carolus Linnaeus. En su honor, los nombres científicos de muchas especies, incluido el Homo sapiens, incluyen a Linneo o L. como la tercera parte de su nombre. Esta tercera parte del nombre científico de una especie se llama "autor que describe" y se agrega después de que un individuo en particular ha descrito científicamente el organismo en una revista arbitrada.

Los nombres científicos para las especies se escriben en latín, una lengua muerta, para garantizar que estos nombres permanezcan iguales durante largos períodos de tiempo y en todas las barreras lingüísticas. La denominación científica de las especies está estrechamente relacionada con el estudio de cómo evolucionaron los organismos y cómo se relacionan entre sí. Por ejemplo, la única especie humana que sobrevive ahora se llama Homo sapiens, mientras que en la prehistoria existían otras especies del género Homo: Homo habilis y Homo erectus. Los nombres científicos de las especies a veces cambian, a medida que se hacen nuevos descubrimientos. Por ejemplo, lo que se había considerado una especie resultó ser dos, y viceversa.