Compuestos en 1776 y formalmente ratificados en 1781, los Artículos de la Confederación dieron a los Estados Unidos la nueva estructura y cohesión que necesitaba para formar un gobierno y luchar para salir del dominio británico. Los artículos se volvieron a redactar varias veces, pero demostraron ser potentes como fuerza de pedido incluso antes de la ratificación oficial.
El principal beneficio de los Artículos de la Confederación fue su otorgamiento de legitimidad a los Estados Unidos ante la comunidad internacional. La primera batalla que Estados Unidos tuvo que pelear fue la batalla de aparecer como un estado independiente y funcional, y los Artículos les dieron el marco que necesitaban.
Los Artículos de la Confederación le dieron al Congreso Continental la clara autoridad para hacer lo siguiente:
- Guerra de salarios contra la Corona británica
- Negociar con potencias extranjeras
- Negociar con los nativos americanos
- Financiar y suministrar al Ejército Continental
Con los Artículos de la Confederación para reforzar su legitimidad, el Congreso Continental dio sus primeros pasos para convertirse en un órgano de gobierno de buena fe. Más tarde, los Artículos proporcionaron las bases para la redacción y ratificación de la Constitución de los Estados Unidos. La flexibilidad de este gobierno anterior dio paso a un gobierno federal más fuerte, poderes ejecutivos más directos y un sistema de gobierno burocrático en general más sólido y arraigado.