El calor interno de la Tierra es el resultado de la descomposición radioactiva y el calor residual. La energía gravitacional que queda de la formación de la Tierra representa alrededor del 10 por ciento del calor interno de la Tierra, mientras que la mayoría del calor proviene de La desintegración radiactiva de los elementos químicos.
La compresión de los desechos cósmicos que llevó a la formación de la Tierra hace unos 4.600 millones de años generó mucho calor, la mayoría de los cuales no se ha disipado por completo. Dentro del núcleo de la Tierra, la descomposición radioactiva de ciertos isótopos de elementos como el uranio y el potasio libera energía en forma de calor. Este calor luego migra lentamente hacia la superficie de la Tierra y se libera a través de la actividad volcánica.
