Los minerales son orgánicos o inorgánicos. Los minerales orgánicos contienen carbono, lo que les permite formar enlaces iónicos con el cuerpo humano y ayudar con funciones críticas como la reparación de tejidos. Los minerales inorgánicos no contienen carbono y son tratados como toxinas por el cuerpo.
Los minerales orgánicos se obtienen a través de alimentos, vitaminas y suplementos. El agua es la fuente principal de minerales inorgánicos como el carbonato de calcio. Estos minerales son buenos para las plantas, pero pueden causar afecciones como cálculos biliares, artritis y dolor en las articulaciones en los seres humanos. Los minerales inorgánicos se pueden eliminar del agua a través de sistemas de filtración, incluyendo la destilación y la ósmosis inversa.
