La "Revolución Verde" beneficia al medio ambiente de muchas maneras, pero impone restricciones a los propietarios y negocios en el diseño, administración y uso de edificios y propiedades. La Red de expertos en el hogar declara que, en particular, los costos y la complejidad de crear edificios y procesos ecológicos impiden la funcionalidad ideal en algunos casos.
Los costos directos implicados para volverse ecológicos significan que un propietario de vivienda u operador comercial paga más para ayudar al medio ambiente. Los productos de consumo ecológicos que se compran para el consumo doméstico suelen ser más caros que las contrapartes tradicionales. Los materiales y suministros ecológicos utilizados en la fabricación y producción también son más caros en muchos casos.
Según Elle Decor, Lori Dennis, una diseñadora de interiores con sede en Los Ángeles, considera la complejidad como otro inconveniente. Dennis dice que a veces es más difícil obtener productos ecológicos que los materiales más convencionales. Esta carga lleva a diseños y desarrollo de edificios de ritmo más lento. También puede contribuir a retrasos en el cumplimiento de los pedidos de las empresas que trabajan para cumplir con los estándares ecológicos.
Ya sea real o percibido, algunas personas no asocian la vida ecológica con la calidad o el lujo. Un propietario típico a menudo piensa que debe aceptar un artículo de menor calidad a cambio de ayudar al medio ambiente. En algunos casos, los productos ecológicos no cumplen con los mismos estándares que las opciones menos respetuosas con el medio ambiente. Este punto es especialmente cierto en las industrias donde las empresas han luchado por encontrar opciones verdes abundantes.