Una sabana o un bioma de pastizales es el hogar de una serie de recursos naturales, como agua, ganado y madera en las sabanas tropicales, y carbón, petróleo, trigo, gas, avena y ganado en las sabanas templadas. Algunos pastizales también tienen depósitos minerales, como hierro, mercurio, níquel y uranio.
El norte de Australia es el hogar de la sabana más grande del mundo. Se extiende a lo largo de 1250 millas a lo largo del continente y representa más de una cuarta parte de todas las praderas restantes que alguna vez prosperaron en Asia, África y América del Sur. La sabana tropical australiana es rica en depósitos de metal, lo que la convierte en el mayor generador de dinero en esa parte del país. Los recursos metálicos extraídos en las praderas tropicales incluyen plata, oro, estaño, níquel, cobre, bauxita, magnesita, uranio y manganeso. Roca de fosfato, diamantes, piedra caliza y sílice también se extraen en la sabana, al igual que el petróleo y el carbón.
La vasta extensión de vegetación herbácea en el este de Sudáfrica admite casi 2 millones de mamíferos herbívoros y más de 500 especies de aves. El paisaje de hierba es también la ubicación de grandes depósitos de oro y carbón. Las sabanas de Eurasia y Norteamérica son conocidas por tener formaciones de esquisto bituminoso y gas natural. La creciente presencia humana, la minería extensa y las exploraciones de energía natural amenazan con modificar y dañar irreversiblemente el ecosistema natural de las sabanas de todo el mundo.