Las causas de la retención de líquidos corporales, o edema, incluyen inactividad prolongada, síndrome premenstrual, ingestión excesiva de sal y embarazo, según la Clínica Mayo. El edema también puede ser un efecto secundario de medicamentos como los AINE, medicamentos para la hipertensión, esteroides, estrógenos y tiazolidinedionas, que son medicamentos para tratar la diabetes.
Sin embargo, el edema puede ser un signo de una enfermedad grave, afirma la Clínica Mayo. Puede ser un signo de insuficiencia cardíaca congestiva, cirrosis hepática y daño o enfermedad de los riñones. Los riñones regulan el equilibrio entre la sal y el agua, y puede producirse un edema si los riñones están dañados. Otras causas de edema son venas debilitadas en las piernas y un sistema linfático comprometido que ya no puede drenar el exceso de líquido de manera eficiente.
La insuficiencia cardíaca congestiva provoca edema porque al menos una de las cámaras inferiores del corazón no puede bombear sangre de manera eficiente, dice la Clínica Mayo. Debido a esto, la sangre se acumula en las extremidades inferiores, lo que causa la hinchazón del edema. El líquido también puede acumularse en el abdomen y en los pulmones. Si las válvulas en las venas no funcionan, la sangre se acumula en las venas de las piernas, lo que provoca inflamación. Las mujeres embarazadas adquieren edema debido al líquido que se necesita para sostener al feto y la placenta. Esto hace que su cuerpo retenga más sal y líquidos de lo habitual.