La flema a menudo se produce debido a una infección de los pulmones o senos paranasales, como la faringitis estreptocócica, la gripe, la sinusitis o el resfriado común, según Healthgrades. Alergias, inflamación, amigdalitis, reacciones a algunos Los medicamentos, la exposición al humo de segunda mano, el trauma, el asma, el reflujo gástrico, la bronquitis o la laringitis también pueden causar flema. Además, la neumonía, la fibrosis quística, la tuberculosis, las obstrucciones de las vías respiratorias, el cáncer y la insuficiencia cardíaca congestiva son otras causas subyacentes más graves de la enfermedad.
Todo el mundo produce flema a diario, y es un proceso natural del cuerpo que no se nota hasta que algún tipo de enfermedad hace que la producción de flema aumente hasta un nivel perceptible. Según lo explicado por Healthgrades, algunas infecciones hacen que la flema se acumule a un nivel tal en los pasajes de aire que se vuelve difícil respirar adecuadamente. Si esto es una preocupación, o si la flema se vuelve de un color inusual, contiene trazas de sangre y no desaparece con el tiempo, es importante buscar atención médica y obtener un diagnóstico médico de la condición.
Las causas comunes de flema a menudo producen síntomas adicionales, como fiebre, estornudos, tos, ojos llorosos, náuseas, fatiga, dolor de garganta, dolor de cabeza y dolores musculares, señala Healthgrades. La flema que se acompaña de inflamación de la garganta, dolores en el pecho, dificultad para respirar o inflamación facial constituye una emergencia médica. Las causas adicionales de preocupación incluyen latidos cardíacos rápidos, cambios de personalidad, dificultad para tragar y alteraciones del habla.