Una mezcla es una combinación de al menos dos sustancias que se pueden separar entre sí. Esto los distingue de los compuestos, que están formados por dos o más sustancias que no se pueden separar porque están químicamente unidos. Las mezclas tienen varias características diferentes que las distinguen de los compuestos.
Una de las características más notables de una mezcla es que no tiene una composición fija. El agua, un compuesto, siempre tiene 11.2 por ciento de hidrógeno y 88.8 por ciento de oxígeno en peso. El latón es una mezcla porque tiene cantidades variables de cobre y zinc. Un tipo de bronce puede contener hasta un 45 por ciento de zinc, mientras que otro tipo puede contener alrededor de un 10 por ciento de zinc. Las mezclas también pueden tener propiedades cambiantes dependiendo de su composición. El punto de ebullición de una mezcla de alcohol y agua varía según la cantidad de alcohol en la mezcla.
Las mezclas se clasifican como homogéneas o heterogéneas. Las mezclas homogéneas tienen un aspecto uniforme. Un ejemplo de una mezcla homogénea es el aire, que se compone de nitrógeno, oxígeno y otros gases. Las mezclas heterogéneas no son uniformes y pueden consistir en sólidos y líquidos mezclados entre sí. Un ejemplo de una mezcla heterogénea sería un aderezo para ensaladas hecho de aceite y vinagre.
