Es importante equilibrar adecuadamente una centrífuga porque una máquina desequilibrada puede dañar el rotor, causar un daño catastrófico en la máquina misma, o incluso herir o matar al personal del laboratorio que trabaja en la sala. Equilibrio de una centrífuga Implica distribuir el peso de las muestras en todo el rotor.
Cuando hay un número par de muestras, la centrífuga se puede equilibrar dividiendo el número total de tubos por la mitad y colocando los dos juegos en el rotor directamente opuestos entre sí para crear un número igual de tubos en cada lado. Por ejemplo, una colección de ocho muestras se equilibra al colocar cuatro en una fila en cada lado.
Cuando hay un número impar de muestras, se puede usar un tubo de equilibrio que contenga líquido en el mismo volumen y densidad que las muestras de prueba para crear un número par de tubos. Alternativamente, se puede organizar un número impar de tubos utilizando un patrón algorítmico basado en el número específico de tubos de muestra y el número de ranuras disponibles en el rotor de la centrífuga. Como ejemplo, en un rotor de 12 ranuras, se puede lograr el equilibrio colocando tres tubos de muestra en un patrón triangular, dejando tres ranuras vacías entre cada ranura llena.