Los protistas son principalmente organismos unicelulares que no son plantas, hongos o animales, y se clasifican según la forma en que obtienen su nutrición y si pueden o no moverse. Los protistas parecidos a los animales y los hongos son heterótrofos, lo que significa que no producen su propio alimento y deben obtenerlo de fuentes externas. Los protistas tipo planta, como las algas, son autótrofos, lo que indica que producen su propio alimento.
Los protistas de tipo animal incluyen protozoos, que se clasifican según si se mueven por flagelos, pseudópodos o cilios. Un ejemplo de un protozoo serían los zooflagelados, que usan uno o dos flagelos para moverse. Algunos tipos de algas son protistas. Son miembros de la familia protista que actúan como plantas, aunque algunas algas son verdaderas plantas. Los protistas parecidos a los hongos incluyen el moho de limo y son descomponedores que tienen un proceso de digestión externo.
Muchos protistas se reproducen asexualmente usando fisión binaria. Otros se reproducen sexualmente en un proceso llamado conjugación. La mayoría de los protistas tienen partes especializadas del cuerpo que les permiten mover, comer y digerir los alimentos, eliminar el exceso de agua y reproducirse. Algunos tienen una membrana exterior suave y flexible, mientras que otros son rígidos y conservan su forma.