Los aztecas desarrollaron una serie de innovaciones que les ayudaron a sobrevivir y permitieron que su cultura prosperara, incluyendo jardines flotantes para cultivar alimentos, educación obligatoria para los niños, un juego similar al fútbol, las hierbas medicinales y el tinte de tela roja brillante. La cultura azteca también produjo un sistema de gobierno y un idioma altamente organizados, el náhuatl, que todavía se habla en la actualidad.
Para satisfacer sus necesidades alimentarias, los aztecas desarrollaron una forma de compensar su tierra pantanosa que no era adecuada para la agricultura. Crearon recintos flotantes de barro y materia vegetal en descomposición para cultivar maíz, frijoles y calabacines y para criar pollos y pavos. El estiércol humano de la ciudad fertilizó los cultivos.
Los aztecas desarrollaron la educación obligatoria para todos sus hijos. Comenzando en casa, los niños aprendieron el oficio del padre, mientras que las niñas aprendieron las tareas domésticas. Los niños se sometieron a un riguroso entrenamiento de guerreros, y todos los niños asistieron a una escuela para aprender canciones ceremoniales e historia azteca.
Los nobles aztecas jugaron un juego llamado ollama, que podría ser un precursor del fútbol. El juego podría volverse muy violento con rituales que involucran sacrificios humanos. Cuando un equipo anotó, los jugadores podrían robar a los espectadores.
Las prácticas de hierbas aztecas se recopilaron en el "Manuscrito de Badianus", un texto ilustrado de 1552 que describe el uso de más de 180 plantas y árboles para tratar enfermedades. Los aztecas también fueron los primeros en desarrollar un tinte de tela de color rojo brillante a partir del escarabajo cochineal.