Los abetos son árboles de hoja perenne de la familia Pinaceae que tienen agujas flexibles y producen conos. Son árboles coníferos y crecen hasta 90 pies de altura.
Hay más de 50 especies de abetos, incluyendo el abeto rojo, el abeto de Santa Lucía, el abeto bálsamo, el abeto alpino y el abeto europeo.
Los abetos tienen agujas que se asemejan a cerdas de cepillo de dientes y ramas dispuestas en una estructura piramidal. Las hojas se aplanan hasta el punto de aparecer casi prensadas. La parte inferior de las hojas de abeto tiene dos franjas cerosas y blanquecinas, mientras que las superficies superiores son brillantes.
Los conos de los abetos son elevados y de forma cilíndrica. Los conos femeninos se vuelven marrones cuando maduran y desintegran las semillas cerca del final del otoño.
Los abetos viejos tienen una corteza gruesa y acanalada, y los abetos más jóvenes tienen una corteza delgada y lisa. Los abetos crecen mejor en áreas de gran elevación en suelos bien drenados y húmedos. La plena luz solar y mucha agua también son necesarias para el crecimiento del abeto.
Los abetos se utilizan como árboles de Navidad en América del Norte. La madera es a menudo cortada o pulverizada para hacer pasta de madera y mantillo. También se usa para hacer rellenos para almohadas y colchones en algunos países. Los aceites de abeto se utilizan para hacer fragancias con aroma a pino en perfumes y productos comerciales.