Los ejemplos de hueso sesamoideo incluyen la rodilla, el primer hueso metatarsiano que se conecta al dedo gordo del pie y la mano, que contiene cuatro de estos huesos. Los huesos sesamoideos son esos huesos pequeños incrustados dentro de un tendón.
Los huesos sesamoideos se encuentran con mayor frecuencia en las partes del cuerpo en las que un tendón pasa por una articulación. Este tipo de hueso protege el tendón y aumenta su rango de movimiento. Los huesos sesamoideos unidos a los tendones mantienen el tendón lo suficientemente alejado del centro de la articulación para permitir un aumento del movimiento. Los huesos sesamoideos también pueden estar incrustados dentro de un músculo. En los huesos o músculos, el hueso sesamoideo forma un tipo de polea, lo que permite que el tendón se deslice sobre su superficie lisa, lo que reduce la tensión.A pesar de estar allí para ayudar a los tendones y músculos a evitar el estrés y las lesiones, los huesos sesamoideos son propensos a sufrir lesiones. Los bailarines, por ejemplo, pueden sufrir una afección llamada sesamoiditis. Esta afección hace que el hueso sesamoideo se inflame y duela. Debido al bajo suministro de sangre en los huesos sesamoideos, el tratamiento de una lesión en uno de estos huesos pequeños es difícil y el tratamiento debe iniciarse lo antes posible para evitar la muerte ósea.