Algunos ejemplos de cambios físicos incluyen la fusión del hielo, la evaporación del alcohol, la oxidación del hierro y el agua salada. Se dice que se produce un cambio físico cuando algo cambia de forma pero mantiene la misma composición química.
Es fácil diferenciar entre un cambio físico y químico. En un cambio físico, la materia siempre permanece igual y la materia original se puede recuperar. El agua salada, por ejemplo, se hace mezclando sal y agua. Retire el agua de la sal y una vez más, hay sal y agua. En un cambio físico, las partículas que forman el agua salada simplemente se reordenan, pero siguen siendo las mismas.
En un cambio químico, la materia antigua ya no está presente y el producto final es diferente. Pase lo que pase, la materia original no se puede recuperar. Esto se debe a que las partículas se descomponen y los átomos se reorganizan para formar una nueva sustancia. Por ejemplo, cuando se quema una hoja de papel, no se puede reformar para que se convierta nuevamente en una hoja de papel.
Otros ejemplos de cambios físicos incluyen la evaporación del agua, la fusión de la mantequilla, la crema batida y la rotura de vidrios.
Ya sea un cambio físico o químico, la masa no se puede destruir ni crear. Siempre está presente, pero en una forma diferente. Si se puede revertir o no, se decide si se trata de un cambio físico o químico.