Las plantas en el bioma marino tienen tallos y hojas flexibles. Esto les permite moverse libremente. Las plantas flotantes tienen bolsas de aire en su tallo, lo que las mantiene en el agua.
Las plantas se adaptan de diferentes maneras dependiendo de si están sumergidas o flotando. Las plantas flotantes cuentan con una superficie superior cerosa, que ayuda a repeler el agua. La superficie superior también contiene la clorofila necesaria para la fotosíntesis. Las plantas sumergidas emplean un sistema diferente de circulación de agua; En lugar de correr el agua a través de los tallos, absorben agua y nutrientes del hábitat circundante. Las raíces de una planta sumergida son principalmente para el anclaje y no para la obtención de nutrientes. Esto evita que sean arrastrados por las corrientes.
El bioma marino es el más grande del mundo y cubre cerca del 70 por ciento de la superficie terrestre. También es el hogar de la colección de vida más diversa: los científicos han descubierto más de un millón de especies de plantas que viven en este bioma y estiman que todavía hay nueve veces esta cantidad aún por descubrir. Muchas de las plantas en este hábitat dependen de la fotosíntesis para la nutrición. Las algas son una planta particularmente importante, ya que es responsable de la producción de casi la mitad del oxígeno en el planeta.
