Un hecho importante acerca de las sequías es que aumentan el riesgo de incendios forestales. La baja humedad y la falta de precipitación pueden crear condiciones peligrosas en los bosques y tierras de distribución que pueden crear incendios forestales capaces de causar daños a la propiedad, lesiones o la muerte. Otro hecho importante sobre las sequías es que pueden ser responsables de la migración y reubicación de las poblaciones humanas y de la vida silvestre.
La sequía es un desastre natural que puede provocar una escasez de agua que puede dañar los cultivos, dañar la vida silvestre y los ecosistemas naturales y aumentar la tasa de mortalidad del ganado. Las sequías también pueden destruir comunidades que dependen de lagos y ríos cercanos para generar ingresos a través de la agricultura o el turismo. Las sequías prolongadas pueden afectar significativamente la producción de cultivos y provocar hambruna. La sequía severa o prolongada puede causar disturbios sociales, desencadenar guerras o aumentar la propagación de ciertos tipos de enfermedades.
Las sequías se caracterizan en cuatro tipos diferentes. Las sequías hidrológicas impactan los sistemas fluviales y las reservas de agua necesarias para producir energía hidroeléctrica, mientras que las condiciones atmosféricas que conducen a períodos secos prolongados crean sequías meteorológicas. Las sequías agrícolas son el resultado de la escasez de lluvias que reducen la humedad del suelo hasta el punto de impactar negativamente la producción de cultivos. Las sequías socioeconómicas ocurren cuando el uso y la demanda de agua exceden la oferta.