Patrick Henry fue uno de los padres fundadores de los Estados Unidos y una fuerza impulsora en la Revolución Americana. En el Congreso Continental de Filadelfia en 1774, se unió a Sam Adams para presionar por una firme oposición al gobierno británico. Más tarde, se convirtió en el gobernador de Virginia.
Como abogado y poderoso orador, Henry había sido elegido como delegado al Congreso Continental. Habiendo hablado en contra del gobierno británico en varias ocasiones, era un conocido partidario de la Revolución. Se opuso con vehemencia a la Ley de Estampillas, una medida que permitió a Gran Bretaña gravar con impuestos todo el papel impreso utilizado por los colonos.
Tan solo nueve días después de prestar juramento en la Cámara de los Burgueses, el cuerpo legislativo de la colonia de Virginia, presentó las Resoluciones de la Ley de Estampillas de Virginia, que afirmaban que las colonias tenían el derecho exclusivo de gravar a sus ciudadanos. La audacia de las resoluciones de Henry hizo que algunos asambleístas lo acusaran de traición, pero Henry no retrocedió. Hizo copiar sus resoluciones y pasarlas a otras colonias, avivando las llamas de la rebelión contra Gran Bretaña.
En 1775, Henry pronunció su famoso discurso sobre la libertad o la muerte en la Convención de Virginia. La revolución americana comenzó poco después de este discurso.
