La mayor contribución de Sir Francis Bacon fue el desarrollo del método baconiano, también conocido como empirismo y método científico. Junto con su creencia de que el conocimiento y la ciencia deben usarse para aliviar la miseria de la humanidad, su influencia condujo a un progreso asombroso de la Era Industrial.
A diferencia de muchos de sus contemporáneos, Bacon vio la preocupación y la nostalgia por el pasado como limitantes, lo que causó el estancamiento del pensamiento intelectual europeo. Para combatir este estupor, propuso que los científicos se armaran con nuevas ideas e ideas para explorar el mundo actual. Expresó la creencia de que la historia es progresiva, desafiando la visión aristotélica de que es cíclica o la opinión pesimista de que es degradante. La forma en que lo veía, la iluminación estaba al alcance de la humanidad, siempre que la humanidad estuviera lo suficientemente dispuesta a estudiar las artes y las ciencias.
Al igual que da Vinci, Bacon encarnaba el término "hombre del Renacimiento", dados sus logros científicos y artísticos combinados con sus ambiciones políticas. Fue anunciado como un intelectual público y venerado por sus compañeros, pero durante el último período de la Ilustración, las acusaciones de soborno ensombrecieron sus logros y lo obligaron a retirarse de la vida pública.
El tocino sigue siendo una figura controvertida. Sin embargo, independientemente de la opinión pública, es imposible negar que inventó la idea de que la ciencia es "tanto una empresa comunitaria como una disciplina práctica al servicio de la humanidad".