Los principales logros del Imperio babilónico incluyen el desarrollo de un código de leyes, la contribución al sistema de cronometraje actual del mundo y el uso de técnicas avanzadas de irrigación. Los babilonios también construyeron maravillas arquitectónicas como el Colgante Jardines y la puerta de Ishtar.
El rey Hammurabi desarrolló un código de leyes y las hizo inscribir en un monumento hecho de piedra negra. Esto lo convierte en el primer gobernante conocido en presentar a su pueblo un cuerpo de leyes organizado.
Los babilonios usaron la base 60 en lugar de otra base para hacer cálculos. Nadie sabe por qué eligieron 60, pero tiene sentido porque 60 es divisible por 10, 12, 15, 20 y 30, así como los primeros seis números de conteo. Según el metrólogo Michael Lombardi, el sistema numérico babilónico es la razón por la que un reloj está dividido como está.
El rey Hammurabi también fue el primer gobernante en implementar las regulaciones del agua. Sus reglas cubrían la distribución del agua y la responsabilidad de un granjero de mantener canales que corrían a través de su propiedad. Los babilonios tuvieron que desarrollar sistemas de riego avanzados para cumplir con estas reglas y para mantener sus cultivos en crecimiento. Estos sistemas avanzados incluían cuencas, drenajes y presas de irrigación.
Al rey Nabucodonosor se le atribuye la construcción de los Jardines Colgantes de Babilonia para su esposa. La historia dice que su esposa sintió nostalgia porque venía de una zona verde y montañosa y encontraba el terreno llano de Babilonia algo deprimente. Los jardines consistían en terrazas abovedadas con plantas colgando de los lados. Este jardín es conocido como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.