Un rey gobernó todas las colonias charter de la misma manera que el rey británico gobernó a las colonias charter estadounidenses. El objetivo de una colonia charter era nutrirla y ayudarla a crecer para poder aumentar la cantidad de riqueza que la madre patria podría acumular.
La idea era, en ese momento, que las colonias existían como un medio para crear riqueza adicional para la madre patria siguiendo el sistema de mercantilismo. El rey controlaría los impuestos y el comercio de las colonias. Sin embargo, resultó difícil regular los impuestos con las colonias americanas, por lo que el rey permitió que las colonias recaudaran el impuesto, mientras que el rey se enfocó en controlar el comercio.
Sin embargo, muchas colonias no estaban contentas con este acuerdo de gobierno y querían gobernarse a sí mismas. Una vez más, el rey británico y los colonos estadounidenses son un ejemplo de esta regla. Las colonias se rebelaron contra el rey y en 1776 crearon su propia constitución para gobernarse a sí mismas. Se sentían especialmente listos para separarse de su madre patria porque no se identificaron con Gran Bretaña gracias al gran océano entre ellos. También sintieron que el rey británico tardaría mucho tiempo en enviar suficientes tropas para luchar contra ellos en la guerra.
