La invención del marco de agua a fines de la década de 1760 transformó la industria textil y ayudó a iniciar la Revolución Industrial. Originalmente llamado marco de giro y patentado por Richard Arkwright en 1769, el dispositivo pasó a llamarse marco de agua cuando se alimentó con un flujo de agua en lugar de caballos. La invención de Arkwright reemplazó el telar manual con un telar de poder y provocó un cambio importante en la clase obrera inglesa al alterar la relación entre el trabajo humano y la producción.
El marco de agua de Arkwright no solo cambió la forma en que se fabricaban telas y textiles a partir de materias primas de lana y algodón, sino que también dio origen al sistema de fábrica, que fue uno de los componentes principales de la Revolución Industrial.
En 1771, después de que el nuevo dispositivo se hiciera funcionar con agua, Arkwright y dos socios comerciales establecieron su primera fábrica textil en el pueblo de Cromford. Familias enteras trabajaban en la nueva fábrica y el número de empleados aumentó a 1,500, incluidos los niños, que representaban a un tercio de la fuerza laboral.
La capacidad de Arkwright de combinar su maquinaria con una gran fuerza de trabajo altamente cualificada y altamente disciplinada de una manera efectiva y rentable le valió el reconocimiento de haber creado el sistema de fábrica. Sus fábricas operaban en un día laboral de 12 horas y sus empleados estaban capacitados para igualar las velocidades de las máquinas que operaban. El marco de agua de Arkwright representó el primer intento exitoso de producción mecanizada a gran escala, y en los últimos años de su vida, Arkwright fue llamado "el Padre de la Revolución Industrial".