El médico alemán Rudolf Virchow propuso que todas las células resulten de la división de células existentes previamente, y esta idea se convirtió en una pieza clave de la teoría celular moderna. La idea de que las enfermedades no afectan a un organismo completo, sino que están localizadas en ciertos grupos de células. Esto facilitó el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades.
Virchow fue nombrado presidente de anatomía patológica en la Universidad de Wurzburg en 1849 y realizó una gran cantidad de investigaciones. En 1855, publicó por primera vez su idea de que todas las células surgen de otras células. En lugar de formarse por la acción de una fuerza vital o la cristalización espontánea de otra materia, Virchow argumentó que las células solo se formaban a partir de la división de otras células. Esta idea es uno de los principios clave de la teoría celular, junto con la idea de que la célula es la unidad básica de organización para los organismos vivos.
Durante este período, también propuso las ideas básicas de la patología celular. En lugar de ser el resultado de cambios en un organismo en su conjunto, Virchow creía que las enfermedades son el resultado de cambios en grupos específicos de células. Al examinar las células para detectar ciertos cambios o alteraciones, los médicos pueden identificar y diagnosticar una enfermedad con mayor precisión.