Según el Consejo Nacional de Fuerza y Condición Física, el humano promedio puede correr a una velocidad de 15 millas por hora durante cortos períodos de tiempo. Esta velocidad varía mucho dependiendo de factores como la edad, Peso, cultura, viento e incluso altura del individuo.
El determinante clave de un límite de velocidad humano es biológico. Está fuertemente influenciado por el predominio de los músculos de contracción rápida sobre los músculos de contracción lenta que conforman la física de un velocista. El primer tipo produce más energía a través del metabolismo anaeróbico, que es esencial para alcanzar velocidades más altas en un corto período de tiempo. Por otro lado, el músculo de contracción lenta produce la misma cantidad de energía a través de la respiración aeróbica, pero no influye en un aumento de la velocidad. La velocidad de pie más rápida registrada es de 27.8 millas por hora establecida por Usain Bolt.