Un pulgar fracturado está inmovilizado por un yeso durante aproximadamente cuatro a seis semanas en promedio a medida que sana. Sin embargo, según la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (American Academy of Orthopedic Surgeons), puede llevar tres meses o más recuperar el uso completo de la mano afectada, dependiendo de la gravedad de la fractura.
Algunas veces se recomienda la terapia física para restaurar el movimiento del pulgar una vez que se retira el yeso. Remojar la mano en agua tibia y hacer movimientos circulares con el pulgar una vez que se retira el yeso también puede ayudar a restablecer el movimiento, según la AAOS. El uso regular de un exprimidor de mano tipo resorte ayuda a restaurar la fuerza del pulgar durante la recuperación.