Según MedlinePlus, la función principal del fibrinógeno es ayudar a formar coágulos de sangre. Esta proteína, que se puede medir con un análisis de sangre, se produce en el hígado.
MedlinePlus indica que el sangrado excesivo y la mala coagulación son a veces síntomas de que se está produciendo muy poco fibrinógeno. Si una prueba revela que hay cantidades atípicas de fibrinógeno en la sangre, hay varias causas posibles. Por ejemplo, en la coagulación intravascular diseminada, se usa demasiado fibrinógeno para formar coágulos, lo que eventualmente lleva a que el cuerpo experimente una deficiencia. En ocasiones, el hígado simplemente no produce suficiente fibrinógeno. Algunas personas nacen con este rasgo, mientras que otras lo adquieren. El exceso de sangrado también consume grandes cantidades de fibrinógeno.