Los corpúsculos de Meissner, también conocidos como corpúsculos táctiles, son terminaciones nerviosas que son responsables de detectar un ligero toque en la piel. Se consideran un tipo de mecanoreceptor ya que responden a la presión física. Los corpúsculos de Meissner tienen el umbral de sensibilidad más bajo de cualquier tipo de mecánico-receptor; pueden sentir vibraciones con frecuencias tan bajas como 10 Hertz.
La ubicación de los corpúsculos de Meissner está estrechamente relacionada con su función. Se encuentran en los números más grandes en áreas de la piel que son particularmente sensibles al tacto, como las puntas de los dedos y los genitales. Su ubicación justo debajo de la epidermis también contribuye a su sensibilidad. Cada corpúsculo se encuentra en una pequeña papila dérmica, una pequeña proyección de la epidermis que es visible bajo un microscopio. Los corpúsculos de Meissner no detectan dolor ni toques más profundos, como asomarse. Estas tareas se dejan a otros tipos de terminaciones nerviosas.
A medida que una persona envejece, la función de los corpúsculos de Meissner tiende a disminuir. Los potenciales de acción generados cuando un corpúsculo es estimulado por un toque ligero se vuelven menos poderosos. Esta disminución de la función también está relacionada con una disminución relacionada con la edad en el número de corpúsculos de Meissner en la piel. Como hay más distancia entre las terminaciones nerviosas, la probabilidad de que uno detecte un toque ligero en particular disminuye con la edad.