Los imanes provienen de un mineral, magnetita, que se puede encontrar en diferentes tipos de rocas de la Tierra. Las rocas se llaman venas ígneas, hidrotermales y metamórficas.
La magnetita, un mineral negro, contiene iones férricos y ferrosos, por lo que es una buena fuente de hierro. Ejemplos de rocas ígneas que contienen magnetita son los anfíboles y la biotita. La piedra caliza es un ejemplo de roca metamórfica que contiene magnetita. Las venas hidrotermales como la galena y la pirrotita también contienen magnetita. En los Estados Unidos, la Cordillera Gogebic de Wisconsin y las Cataratas del Río Negro son ricas en magnetita.
Los imanes también pueden ser hechos por el hombre. Están hechos de aleaciones o metales como el hierro. Aunque no ha habido ninguna prueba concreta, sin embargo, los imanes se anuncian como productos para el manejo del dolor.