Según la NASA, las ondas de luz visible son las únicas ondas electromagnéticas que se ven a simple vista. Las ondas de luz visible se conocen como los colores del arco iris, y cada color tiene una longitud de onda diferente. Según la Universidad Estatal de Georgia, las longitudes de onda de la luz visible están entre 750 y 400 nanómetros. Los rayos X son invisibles y tienen longitudes de onda mucho más cortas y una frecuencia más alta que la luz visible.
El espectro electromagnético, o radiación electromagnética, es una corriente de protones que viajan como ondas. Los protones son las partículas energéticas presentes en la radiación que se comportan como partículas y ondas. El espectro electromagnético clasifica la radiación de longitudes de onda largas a longitudes de onda cortas. Las longitudes de onda más cortas tienen ondas más rápidas que son más peligrosas para los organismos vivos. Los rayos X se encuentran en la categoría de longitud de onda corta y se encuentran cerca del final del espectro electromagnético. Son ondas altamente energéticas que son solo secundarias a los rayos gamma para la longitud de onda más corta. Los rayos X se usan para ver los huesos porque las ondas se mueven lo suficientemente rápido como para penetrar a través del cuerpo. Sin embargo, la radiación excesiva de rayos X a veces causa mutaciones que resultan en cáncer.
Las ondas de luz visibles no son peligrosas porque tienen longitudes de onda más largas y frecuencias más lentas que los rayos X. En otras palabras, las ondas de luz visibles no son tan energéticas ni tan poderosas como los rayos X. Las ondas de luz visible se ven cuando un prisma rompe la luz blanca y la divide en los colores del arco iris. El rojo tiene la longitud de onda más larga; Sus partículas viajan las más lentas. Violeta tiene la longitud de onda más corta, lo que indica que sus partículas viajan más rápido y son las más energéticas.