Los rayos gamma se utilizan en aplicaciones médicas para tratar el cáncer y para esterilizar equipos. Los rayos gamma también se usan como marcadores médicos para localizar tumores.
Los rayos gamma están hechos de ondas electromagnéticas de alta energía que pasan fácilmente a través de equipos médicos. Los rayos gamma pasan a través del envase de plástico de una jeringa, donde desactivan los virus y las bacterias y esterilizan la jeringa. Las jeringas permanecen estériles mientras permanezcan dentro del paquete de plástico sellado.
Los emisores gamma se utilizan para crear marcadores radiactivos, lo que permite a los médicos investigar el cuerpo de un paciente sin la necesidad de recurrir a la cirugía. Esto es posible porque los rayos gamma pasan a través de la piel fácilmente. Se coloca un marcador dentro del cuerpo por inyección o por ingestión. Es importante que el marcador radiactivo no permanezca activo dentro del cuerpo durante mucho tiempo porque la radiación nuclear puede dañar las células. Una vez que se le da tiempo para que el marcador se mueva a través del cuerpo, se usa un detector de radiación para permitirle al médico ver dónde se ha acumulado el marcador.
Cuando los rayos gamma se usan para tratar el cáncer, los rayos se enfocan en el tumor que necesita ser erradicado, ya que los rayos gamma también pueden dañar las células normales. Los médicos rotan un haz amplio de rayos gamma alrededor del cuerpo del paciente mientras mantienen el tumor en el centro del haz.
