La principal diferencia entre la intemperie y la erosión es que la intemperie se refiere a la erosión de sustancias naturales sin movimiento, mientras que la erosión incluye el movimiento de partículas y materiales de superficie. La intemperie y la erosión tienen lugar en los mismos lugares y afecta a las mismas formas del terreno, pero la erosión implica el movimiento de partículas sueltas y materiales de superficie hacia abajo a través de la fuerza de la gravedad. Las partículas, como pequeñas piezas de roca, arena y tierra, se desprenden durante la erosión, lo que requiere una fuerza de activación, generalmente viento, lluvia o hielo.
A pesar de derivar de diferentes fuentes, todos los tipos de erosión caen en una categoría general. La meteorización, sin embargo, tiene lugar en dos procesos distintos, clasificándose como químicos o mecánicos. La meteorización química ocurre cuando las rocas experimentan un cambio en la composición química. La meteorización mecánica se refiere a un cambio físico en la superficie y estructura de la roca, mientras que los químicos en esas rocas permanecen sin cambios. La intemperie, como la erosión, requiere que ocurran varios agentes. Estos agentes incluyen agua, hielo, sal, temperatura e incluso flora y fauna. El desgaste mecánico ocurre cuando las rocas se rompen debido a las fuerzas físicas que las rodean. El calentamiento y enfriamiento rápidos de las rocas desencadenan fracturas y roturas, cambiando la forma y, a veces, la textura de las caras de las rocas. La meteorización química se produce con sustancias naturales, como el dióxido de carbono, o con la combinación de agentes sintéticos que se mezclan con agua y aire. La meteorización química afecta pequeñas áreas de tierra y paisajes más grandes, formando estructuras como sumideros, fosas de piedra caliza y cuevas.