El propósito del subcultivo en microbiología es crecer y mantener una muestra de microbios adecuada para experimentación y pruebas. El subcultivo prolonga la vida útil de las células o microorganismos, lo que permite el mantenimiento y la observación a largo plazo del cultivo.
El proceso de subcultivo consiste en transferir microbios de un contenedor de crecimiento a otro, proporcionando a los microbios un suministro fresco de nutrientes en un medio sólido o líquido. El subcultivo permite al analista cambiar los parámetros del hábitat de un microbio, como su temperatura y su entorno físico, para obtener la información utilizada en la identificación de especies. Comprender dónde vive o muere un cultivo microbiano ayuda a aislar su tensión. En algunos casos, se puede identificar un cultivo microbiano en función del tiempo necesario para que aparezca un nuevo crecimiento después de la transferencia del subcultivo.
Las placas de Petri con agar, una sustancia gelatinosa hecha de algas marinas, se utilizan como un entorno sólido para cultivar microorganismos. Cuando se necesita un ambiente líquido, se utiliza un caldo de nutrientes artificiales. Los cultivos con microorganismos mixtos que se cultivan en un caldo deben subcultivarse en un medio sólido para aislar las colonias para una identificación precisa. Una vez en la superficie del agar, cada colonia de microbios representa una sola especie de microorganismo, que se origina a partir de la multiplicación de una sola célula. Esta colonia definida y aislada se llama un cultivo puro y es un punto de partida esencial en la investigación microbiológica.