El propósito principal de la respiración celular es convertir la energía bioquímica de los nutrientes en trifosfato de adenosido, o ATP, una energía química que necesitan las células para realizar ciertas funciones. Las células nerviosas musculares y cerebrales requieren energía que contiene un alto número de mitocondrias para realizar con eficacia.
Las mitocondrias queman azúcar para combustible en la respiración celular y recolectan energía del azúcar, cambiando así el azúcar a ATP. La célula puede usar esta energía para realizar otras funciones. Las células obtienen energía de los nutrientes a través de la fermentación y la respiración celular, también conocida como respiración aeróbica. Ambos procesos comienzan con el proceso de la glucólisis, donde la glucosa se descompone en ATP y ácido pirúvico.