La frecuencia y la longitud de onda son inversamente proporcionales entre sí. Por ejemplo, las ondas de radio tienen longitudes de onda muy largas pero de muy baja frecuencia. Por el contrario, los rayos gamma tienen longitudes de onda muy cortas pero una frecuencia muy alta. Las diferencias en las longitudes de onda y las frecuencias de los diferentes tipos de ondas son importantes para las propiedades de la energía. Por ejemplo, los astrónomos usan la luz infrarroja para ver a través de las nubes cuando la luz visible no funciona. Algunos animales, como las abejas y las aves de presa, pueden ver la luz ultravioleta, lo que les ayuda a ver cosas que son invisibles para los humanos.
Las propiedades de algunos tipos de ondas varían dentro de su porción del espectro. Por ejemplo, la radiación ultravioleta en el extremo inferior del rango de frecuencia suele ser inocua, pero la radiación ultravioleta en el extremo superior del rango de frecuencia es destructiva para las criaturas vivas.