El material no vivo que forma las paredes celulares de las células vegetales es la celulosa. La celulosa es un tipo de carbohidrato compuesto de muchas moléculas de glucosa.
La celulosa protege las células de las plantas y les da su forma. Esta sustancia también hace posible que las plantas y los árboles crezcan desde unos pocos centímetros hasta cientos de pies de altura. Los árboles altos oscilan muy poco cuando sopla el viento debido a la presencia de paredes celulares rígidas. Las plantas más cortas tienen paredes celulares flexibles para permitir que se doblen con el viento.
Los humanos no pueden digerir la celulosa porque carecen de las enzimas necesarias. La celulosa no digerida ayuda a que el sistema digestivo funcione correctamente.