El insecto más fuerte conocido por el hombre es el Onthophagus taurus, una especie de escarabajo pelotero cornudo, capaz de mover objetos que pesan 1.141 veces más que el insecto en sí mismo. Como su nombre lo indica estos escarabajos mueven excremento de animales, aunque no son del tipo que hacen rodar el excremento hasta formar una bola.
En cambio, el escarabajo Onthophagus taurus tiende a enterrar el estiércol que recolecta, que generalmente proviene de las vacas. La hembra de la especie es la principal responsable de hacer esto, creando túneles largos, excavados y llenos de estiércol en los que ponen sus huevos. Los machos tienen un trabajo potencialmente igual de difícil, usando sus cuernos para luchar contra otros machos por el dominio.