Los elefantes asiáticos habitan en bosques húmedos de tierras bajas, bosques secos de teca y pastizales, mientras que los elefantes africanos habitan en zonas de sabana en el desierto del Sahara y en bosques tropicales en toda África central y occidental. Los elefantes africanos se dividen en dos subespecies de sabana y bosque, y los elefantes asiáticos se dividen en cuatro subespecies de Sri Lanka, India, Sumatra y Borneo. Una de las mayores amenazas para la cantidad y supervivencia de los elefantes es la pérdida de hábitat, y muchos elefantes viven en zoológicos u otros cautivos.
Se considera que los elefantes son una especie en peligro de extinción debido a las prácticas de caza excesivas y la pérdida de hábitat. Se sabe que los elefantes viajan grandes distancias con sus rebaños para localizar fuentes de agua y alimentos, lo que demuestra lo importante que es para ellos tener hábitats adecuados para la supervivencia normal. Los elefantes a menudo vagan en tierras de cultivo para comer cultivos, como los plátanos y la caña de azúcar.
Debido a que los elefantes tienen el potencial de presentar un peligro para los humanos, esto a menudo puede llevar al conflicto. Sin embargo, su dieta variada les permite habitar áreas libres de seres humanos durante bastante tiempo sin encontrarse con personas. Esto es beneficioso para la supervivencia de las especies de elefantes, ya que cada vez que los elefantes entran en contacto con los humanos, existe la posibilidad de conflicto.