Las termitas no pican a los humanos, pero algunas especies como las termitas de Formosa tienen pinzas o mandíbulas que pueden usar para pellizcar a los humanos. Incluso con las mandíbulas, todavía es raro que las termitas ataquen a los humanos con ellos y el pellizco de dichas termitas no causa ninguna infección ni transmite ninguna enfermedad.
Las termitas son similares a las hormigas y algunas especies de abejas y avispas, ya que tienen ciertas castas a las que se les asigna un papel particular en una colonia determinada. Estas castas son los reproductivos, los obreros y los soldados. Los reproductores incluyen a la reina, que puede poner entre 20,000 y 30,000 huevos por día, y el rey, que continuará apareando con la reina de por vida. Los trabajadores forrajean y almacenan alimentos, se ocupan de la cría y son responsables del mantenimiento del nido. Los soldados tienen la tarea de defender la colonia de la depredación, principalmente de las hormigas.
Si bien las termitas no representan un riesgo para la salud de los seres humanos, pueden causar daños graves a las estructuras de madera. Pueden comer fácilmente a través de la mayoría de los tipos de madera, lo que puede comprometer su integridad estructural y posiblemente generar altos costos de reparación. Las bolitas fecales de las termitas son uno de los signos más comunes de una infestación de termitas. Se debe consultar a los expertos en control de plagas si se encuentran signos de presencia de termitas en un edificio.