El tratamiento de una hernia de disco puede implicar métodos tanto conservadores como quirúrgicos, como analgésicos, fisioterapia y posible cirugía. Sin embargo, las primeras opciones de tratamiento que un médico puede recomendar son el descanso y la aplicación de compresas de calor o hielo para aliviar los síntomas de esta afección. Algunas otras opciones son el ejercicio y la terapia física, afirma WebMD.
También pueden ser necesarios diferentes medicamentos para el dolor, como analgésicos de venta libre o medicamentos recetados más fuertes cuando los síntomas son graves. Un tipo de medicamento recetado puede ser la oxicodona, informa la Clínica Mayo. Otros posibles tratamientos no quirúrgicos pueden ser el uso de relajantes musculares o inyecciones de cortisona. Estas inyecciones pueden ayudar a resolver un síntoma como la inflamación alrededor del disco afectado. Estos tratamientos pueden ser más efectivos si una persona recibe tratamiento antes de que haya experimentado más de 6 meses de síntomas asociados con una hernia de disco, según WebMD.
Si estos tratamientos no alivian los síntomas, los médicos pueden recomendar la cirugía, especialmente si la capacidad de caminar del paciente se ve afectada o si hay otros síntomas preocupantes presentes.
Una hernia discal es una condición en la cual un disco, que es una estructura similar a una esponja que se encuentra entre los huesos de la columna vertebral, sobresale de esta área de la columna vertebral. Esto puede afectar los nervios que se encuentran cerca del disco dañado y provocar dolor, entumecimiento y debilidad en diferentes áreas del cuerpo, según la ubicación de la hernia discal. Una hernia de disco puede ocurrir en las áreas del cuello o la parte inferior de la espalda, afirma MedlinePlus.