Los protistas son un grupo diverso de organismos, y se reproducen de diferentes maneras, incluyendo la fisión binaria asexual, la fisión múltiple, la fragmentación y varias formas de reproducción sexual. Muchos protistas pueden reproducirse sexualmente o asexualmente dependiendo de las condiciones ambientales.
Los protistas se dividen en cuatro grupos: protozoos, algas unicelulares, moldes de limo y moldes de agua.
Todos son eucariotas, lo que significa que sus células contienen un núcleo encerrado por una membrana. Mientras que se clasifican por separado, los científicos creen que los diversos tipos de protistas allanaron el camino para la evolución de las plantas, animales y hongos primitivos. Los organismos eucariotas aparecieron por primera vez hace más de 1.500 millones de años. Los científicos creen que los primeros eucariotas eran protistas y que se reproducían asexualmente. La forma más simple de reproducción asexual es la fisión binaria, donde una única molécula de ADN se replica y la célula original se divide en dos células hijas, cada una con una copia del ADN original. La fisión múltiple ocurre al nacer o por la producción de esporas y da como resultado una serie de células hijas. La reproducción asexual produce células hijas que son genéticamente idénticas a las de los padres. A lo largo del tiempo, algunos protistas desarrollaron la capacidad de reproducirse sexualmente. En la reproducción sexual, un núcleo padre se divide por meiosis para producir gametos, que tienen solo la mitad del ADN del padre. Cuando los gametos de dos células progenitoras se fusionan, el resultado es una descendencia con un conjunto completo y novedoso de material genético. La mezcla genética lograda por la reproducción sexual asegura la diversidad genética, lo cual es ventajoso cuando se adapta a las condiciones ambientales cambiantes.