Algunos protistas producen su propio alimento a través de la fotosíntesis, mientras que otros obtienen energía al consumir partículas de sustancias orgánicas, virus y bacterias. Algunos protistas tienen la capacidad única de obtener nutrición utilizando ambos procesos; cuando la luz solar es abundante, utilizan el método autótrofo de adquisición de nutrientes (fotosíntesis) y se alimentan de materiales orgánicos en condiciones de luz oscura o baja.
Los protistas, como las plantas altas y algunos tipos de bacterias, tienen la capacidad de fotosintetizar. Lo hacen absorbiendo la luz y el calor de los rayos solares, que se combinan con el agua en sus sistemas vasculares para formar glucosa, que es un tipo de azúcar que los protistas utilizan para obtener energía. La mayoría de los protistas que realizan la fotosíntesis viven en tierra, aunque varias especies que viven en el mar también usan esta táctica. El método a través del cual los protistas obtienen energía se utiliza para clasificarlos en diferentes grupos. Los autótrofos fotosintéticos y quimiosintéticos son grupos de protistas que utilizan la fotosíntesis para crear energía. Los heterótrofos, por otro lado, se dividen en clases de hongos que obtienen minerales y nutrientes por ingestión o absorción. Los heterótrofos que utilizan la ingestión consumen partículas de alimentos al llevarlos a sus cuerpos donde son digeridos por las enzimas. Los heterótrofos de absorción obtienen energía al secretar enzimas digestivas fuera de sus cuerpos y luego absorben nutrientes.