De acuerdo con los Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, el cáncer ocurre cuando se permite que demasiadas células crezcan. En las células cancerosas, los mecanismos normales de control de la célula se reprimen, evitando que la célula detenga este crecimiento y proliferación anormales.
Normalmente, una célula saludable responde a señales tanto internas como del resto del cuerpo. Entre otras cosas, estas señales pueden hacer que la célula deje de replicarse o incluso que sufra apoptosis. La apoptosis, que también se conoce como muerte celular programada, es una de las formas en que el cuerpo puede prevenir el desarrollo del cáncer. Sin embargo, como lo explica Nature.com, el cáncer es el resultado de mutaciones que se acumulan en el ADN de una célula. Estas mutaciones a menudo evitan que la célula responda a las señales internas y externas que le dicen a las células sanas que dejen de crecer o mueran. Debido a que no responden a estas señales, las células comienzan a multiplicarse y formar un tumor.
Mientras el tumor está creciendo, se producen mutaciones adicionales en el ADN de la célula, según Science.com. Algunas de estas mutaciones son beneficiosas para las células cancerosas, por lo que los tumores crecen aún más. A medida que estas mutaciones pasan a las células hijas, toda la masa se hace más y más grande. Eventualmente, algunas piezas pueden desprenderse o metastatizarse, y hacer que se formen tumores en otras partes del cuerpo.