La regulación de las vías metabólicas se logra mediante el control de las actividades enzimáticas, explica Collin College. La célula logra esto al alterar la actividad de una enzima preexistente o al cambiar la cantidad disponible de una enzima en particular. según el Colegio de San Benito y la Universidad de San Juan.
Cambiar la actividad de otra enzima que ya se encuentra en la célula es el método más rápido para controlar la actividad de una enzima, señala College of Saint Benedict y Saint John's University. Algunas estrategias para lograr esto incluyen cambiar la disponibilidad del sustrato y alterar los niveles de pH. Los sustratos son los reactivos que se unen a las enzimas en ciertas cantidades, medidos en la unidad Km. La célula es, por lo tanto, capaz de controlar la actividad de una enzima particular a través de la modificación de la cantidad de sustrato disponible. Cuando la cantidad de sustrato disponible es significativamente inferior a la Km típica para esa enzima, su actividad disminuye y su actividad aumenta cuando hay más sustrato disponible que el que puede unirse a la enzima.
Dos formas de cambiar la concentración de una enzima en una célula son degradar el ARN mensajero, o ARNm, necesarios para producir la enzima y los cambios postraduccionales, explican College of Saint Benedict y Saint John's University. Las pequeñas moléculas de ARN inhibidor se pueden unir al ARNm de la enzima particular, lo que resulta en que se produzca menos enzima a través de la traducción. En otros casos, los cambios se realizan después de que las enzimas ya están traducidas para evitar que alcancen su forma activa.