Las mariposas venenosas se pueden identificar por colores brillantes o marcas de advertencia. Por ejemplo, el pájaro de alas de goliat de Indonesia tiene alas de color amarillo brillante y verde. El color advierte a los depredadores que se mantengan alejados.
No hay muchas mariposas venenosas y ninguna es fatal para los humanos o para los grandes mamíferos. Las especies que son tóxicas incluyen el monarca, la mariposa del cartero, la cola de golondrina y el pájaro de las aves. Las brillantes alas negras y anaranjadas caracterizan a la mariposa monarca, una especie que contiene veneno debido a la comida que come. La monarca pone sus huevos en plantas de algodoncillo tóxicas que las crías se alimentan exclusivamente como orugas para convertirse en venenosas.
La cola de golondrina es otro ejemplo de una mariposa venenosa identificada por su color distintivo. Sus alas son de color turquesa metálico con manchas negras y naranjas. Al igual que la mariposa monarca, la cola de golondrina también obtiene su veneno de la planta de la que se alimenta. La toxina de las plantas pipevinas se acumula en las orugas para hacerlas venenosas en la edad adulta. Las aves tienden a mantenerse alejadas de las mariposas con este mismo color y patrón, por lo que otras especies de mariposas cola de golondrina, como el tigre oriental, el espino y el negro oriental, han evolucionado para parecerse al pez pico.