Los esporozoos, que son parásitos, carecen de los apéndices locomotores y, como resultado, se mueven por minutos las contracciones de pequeñas fibrillas contráctiles. Este movimiento fue acreditado previamente a los organismos que se deslizan sobre una secreción de moco.
El término esporozoo fue acuñado en 1971, agrupando el apicomplexa y varios otros tipos de células. El nombre proviene de la etapa infecciosa llamada sporozoite, que tiene tres estructuras distintas en el complejo apical llamado conoide, el rhoptry y los micronemas. Esa agrupación ya no es válida, por lo que los esporozoos ahora se llaman apicomplexa. Estas células son parásitos especializados. Contienen orgánulos que están diseñados para penetrar en las células y tejidos del huésped. Los esporozoos se alimentan de dos maneras. Absorben los nutrientes disueltos que han sido ingeridos por el huésped, o consumen el propio huésped, ya sea comiendo las células huésped o los líquidos del organismo. Estas células parascíticas pueden vivir en casi cualquier animal o humano. Incluso pueden existir en otros apicomplexan. Las especies en este phylum incluyen los parásitos que causan la malaria y la coccidiosis. Los esporozoos se reproducen tanto sexual como asexualmente, con la producción sexual antes que la producción de esporas. Una reproducción sexual es por fisión binaria o incluso por fisión múltiple. Todos los miembros de este filo pasan por una etapa infecciosa.