Insectos, lombrices de tierra, hongos y bacterias forman los descomponedores clave del bioma de la sabana. Los descomponedores son organismos que ayudan a descomponer la materia orgánica y hacen que los nutrientes estén disponibles en el ecosistema.
El bioma de la sabana se caracteriza por una pradera ondulada, con árboles aislados y muchos arbustos. También conocidas como pastizales tropicales, las sabanas no reciben tanta lluvia como los bosques tropicales, pero reciben más lluvia que los desiertos. El clima se divide típicamente en dos, una estación seca larga y una estación corta pero muy húmeda. Insectos, lombrices de tierra, hongos y bacterias contribuyen como descomponedores de varias maneras.
Algunos de los principales insectos que ayudan a descomponerse incluyen langostas, moscas y escarabajos. Las termitas también son un importante descomponedor. Se alimentan de hojas muertas y ayudan a airear el suelo con su movimiento.
A pesar del clima más seco, algunas especies de lombrices de tierra también pueden sobrevivir en una sabana. Se alimentan de materia orgánica, descomponiéndola en compuestos más simples.
Aunque no es tan común como en los biomas más húmedos, los hongos también desempeñan un papel en la descomposición de la materia orgánica. Los ejemplos más comunes de hongos encontrados en la sabana son los Conks de artista (ganoderma applanatum) y la Silla de montar de dríada (squamosus políporo).
Por último, las bacterias son los principales descomponedores en el bioma de Savanna. La temperatura cálida les permite florecer.