Según la Universidad de Nuevo México (UNM), el cuerpo humano mantiene la temperatura manteniendo un equilibrio estricto entre la pérdida de calor y la ganancia de calor. El hipotálamo, que se encuentra en el cerebro, se considera El termostato del cuerpo, ya que regula la temperatura del núcleo. Responde a diferentes receptores de temperatura en el cuerpo y hace los ajustes fisiológicos necesarios para mantener una temperatura central constante.
Los seres humanos regulan la generación y conservación del calor para mantener la temperatura interna del cuerpo, que también se denomina temperatura central. La temperatura normal del núcleo en reposo se encuentra alrededor de 98.6 grados Fahrenheit. El hipotálamo provoca cambios en los efectos, como las glándulas sudoríparas y los músculos que controlan el vello corporal. Cuando el clima es cálido, los receptores de temperatura en la piel envían señales al hipotálamo, lo que provoca un aumento del sudor para enfriar el cuerpo.
BBC explica que la piel tiene receptores de temperatura que detectan cambios en la temperatura externa. También hay receptores que detectan los cambios de temperatura de la sangre. La información sobre las temperaturas externas se transmite al hipotálamo, que inmediatamente realiza cambios en los efectores para mantener una temperatura corporal constante.
Según Hyperphysics, el hipotálamo inicia varias respuestas cuando la temperatura de la piel cae por debajo de 98.6 grados Fahrenheit. El cuerpo deja de sudar, realiza una vasoconstricción para disminuir el flujo de calor a la piel, secreta tiroxina, epinefrina y norepinefrina para aumentar la producción de calor y tiembla para aumentar la producción de calor en los músculos